La biblioteca de Marko

 

SOBRE NAZISMO, BUDISMO, ARAUCANOS…

"Voy a empezar yo con lo que sé de Kantor, y luego seguirán los demás" - dijo Marko en una de las ceremonias del aire denso, y continuó, "Por lo que yo entiendo Kantor a mostrado que pensar el "Ser" como fundamento, que es lo que ha hecho toda la filosofía occidental, es sólo una manera de extender a toda la realidad el modelo de la racionalidad científica, racionalidad que para dominar, tiene que reducir las cosas y hasta al hombre mismo al nivel de presencias medibles, pero la esencia de una bomba nuclear, es el proyecto de vida de cual la bomba es parte, no los cálculos tecnológicos que hay tras su realización".

-¿Que se entiende por "Ser"? En la forma en que esta estructurado nuestro lenguaje, nuestra lógica, es él concepto más amplio de todos, desde él cual se derivan todos los demás, simplemente lo que es, el lápiz es azul, la muralla es dura, él es humano... Se dice: "ser" es el más universal y vacío de los conceptos. En cuanto tal, resiste a todo intento de definición y tampoco ha menester de definición. Todos lo usamos constantemente y comprendemos también lo que en cada caso queremos decir con él.

Para Kantor, sin embargo, este es el concepto más misterioso de todos. ¿Qué es el "es"?. Inmediatamente comienzan las dificultades. En efecto, si el "es" es, ¡él es una cosa! Y si, por otra parte, no es, ¿se trata de la simple cópula vacía de un juicio?

Desde un punto de vista puramente gramatical, ser no es sólo un verbo, es un auxiliar. Pero si se lo cuestiona antes de la gramática, es necesario preguntar: ¿no es ser, en cuanto infinitivo, más que una abstracción derivada del "es" -o bien puede decirse que sólo es si antes el ser está abierto y es manifiesto? Ser es un verbo indoeuropeo, que se refiere a una acción; pero ¿De qué acción se trata?; La de que algo aparezca o se configure: fenomenicidad. Es imposible la experiencia si no comprendemos el Ser de aquello de que decimos tener experiencia. Ser es, por tanto, algo a priori, esto es: condición de posibilidad de que algo aparezca. En Kant, las condiciones de posibilidad (bien categorías bien espacio y tiempo) de que algo se manifestara, eran subjetivas. Para Kantor el Ser no es nada subjetivo, sino más bien algo de lo que la subjetividad depende. Esto implicaría que el campo originario del sentido no es la conciencia.
Los prejuicios clásicos que Kantor presenta sobre el Ser dan que pensar. Se dice: "El Ser es algo universal" implica en esa universalidad una pluralidad de individuos, pero no una universalidad genérica. Ser no es un género supremo, no es la suma de géneros diferentes; pero el problema de la Metafísica es precisamente ese: cómo pensar la multiplicidad de las regiones del Ser, pensar la unidad en la diversidad. Se trata de preguntar por el sentido del Ser o qué sentido tiene Ser para que pueda diversificarse.
El segundo prejuicio gira en torno a la definición de Ser. Si definir es hallar el género más la diferencia específica, ese modo de definir no se adecua al Ser, es decir, el Ser es indefinible, pero no es, sin embargo, inefable. Para Kantor el Ser es decible, pero no definible. Esto es también Kant: "Ser no es un predicado real".
El tratamiento del tercer prejuicio sitúa el conocimiento del Ser entre el enigma y la comprensión de las cosas. La comprensión del Ser es "de término medio". Hay que tener en cuenta a Aristóteles cuando dice que "lo más claro para nosotros no es lo más claro para el Ser". Habrá comprensiones que nos permitan acceder a algo y otras que no. Los conceptos (caso Kant) obstruyen nuestra intelección más que favorecerla. Ser no es solamente un término, sino un referirse, una intencionalidad. Lo prioritario en Kantor es dar con la pregunta que interroga por el Ser. Por ello distingue en todo preguntar:
Aquello que se pregunta: Ser.
Aquello a que se pregunta: entes.
Aquello que se pregunta: sentido del ser, es decir: las regiones del Ser y su unidad no categorial o unidad transgenérica.
La primera es la pregunta por el Ser que es condición de posibilidad de todo lo que hay, más allá de sujeto y objeto (ni idealismos ni realismos). Kantor quiere huir del planteamiento del ser en la conciencia. Todo preguntar supone el núcleo formal de la respuesta: para aclarar el sentido del Ser es necesario aclarar previamente a qué ente preguntamos por el Ser. Se trata de un modo diferente de acceso al Ser que tiene en cuenta la diferencia ontológica (la distancia entre Ser y Cosa).
Esto significa que los conceptos que usamos para las cosas o entes no valen para el Ser.
Necesitamos conceptos nuevos. No sirven los aportados por la tradición: causa, sujeto, sustancia... El Ser habita en los entes, no en algo así como las ideas platónicas. No hay una distancia del fundamento. El Ser es temporal, finito, cambiante (lo que implicará un continuo diálogo con Aristóteles sobre el movimiento). Su significado, por ello, no es el mismo a lo largo de la historia de la filosofía.
Kantor se compromete aquí en una cuestión no muy clara: la pregunta por el Ser ponía en cuestión que la subjetividad fuera el lugar del inicio radical o fundamento absoluto, pero he aquí que su descubrimiento discurre en paralelo con la Filosofía que quiere desbancar y que le supone profundizar en una "Analítica de ahí donde hay Ser". Se emparenta así con la Filosofía Trascendental kantiana en su "Crítica de la Razón Pura". Ahí donde hay Ser, o sea en el hombre, encontramos una "señal", un indicio para desvelar el enigma: ahí donde hay Ser "le va su ser", le concierne, le es patente su Ser. Este Ser se comprende a sí mismo en su ahí. Este planteamiento se relaciona con la Filosofía de la reflexión, pero la Filosofía Moderna ha entendido la relación consigo mismo como relación cognoscitiva.
Una relación de este tipo es precisamente lo que Kantor niega y critica a Kant por entenderla así. La comprensión de sí implica la comprensión del mundo. Nos vivimos en las casas del querer, entender y el habla misma. Nuestro "ahí" tiene esos tres elementos. En el tema de la comprensión del Ser del ente el término "caída" es clave: analizar un ente que fundamentalmente es posibilidad no es analizar un objeto.
Cuando ahí donde hay Ser se entiende a partir de mundo, se entiende como cosa, se cosifica. De ahí que "caída" indique - por encima de connotaciones pseudoreligiosas - esta situación de movernos por debajo de nuestras posibilidades de autocomprensión.
Su crítica de la dialéctica de Monom apunta al hecho de que cuando el ser es pensado como cosa, queda referida a un perceptor absoluto que nunca se puede percibir a si mismo, ya que todo intento lo transforma nuevamente en cosa, lo torna perspectiva de una perspectiva; en conciencia de algo, luego conciencia de la conciencia de ese algo o sea autoconciencia, y luego conciencia de la conciencia de ese algo o sea autoconciencia de la autoconciencia… así sucesivamente y ese sujeto último es inaprensible. Esta presencia debe ser enunciada sobre sí una y otra vez, y entra el juego de la incesante negación de sí misma: esto es la dialéctica.
Para Kantor, el decir es siempre más un mantenerse ante lo no dicho.
Monom, por su tradición cristiana, historizó la naturaleza humana sobre un tiempo agustiniano y sacralizó la acción (la esencia del ser occidental). Es decir el ser y el tiempo, dos de las cosas de las que más se burla la filosofía oriental (desde la del Tao hasta la de Buda), considerando a aquel como el "yo" y al último como ilusión. Kantor no ignorará esto al descubrir la diferencia entre el ser y la cosa y la finitud de toda presencia.
En Kantor hay una crítica en que se valore el río, la montaña, las plantas, únicamente en función de su explotabilidad y productividad. El bosque no es más así con su juego de luces y sombras, con su cobijo de especies animales que habitan en él, con el susurro del viento que mece la copa de los árboles.
Si el hombre actual al bosque lo "ve" únicamente como un objeto explotable, el bosque no es más así con su juego de luces y sombras, con su cobijo de especies animales que habitan en él, con el susurro del viento que mece la copa de los árboles.
Muerte y vida, gloria e infamia, dolor y placer, riqueza y penuria, todo eso acontece indistintamente al hombre bueno y al malo, pues no es ni bello ni feo. Porque, efectivamente, no son bienes ni males.
No consiste tu mal en un guía interior ajeno ni tampoco en una variación o alteración de lo que te circunda. ¿En qué, pues? En aquello en ti que opina sobre los males. Por tanto, que no opine esa parte y todo va bien.
Elimina, pues, y sea tu propósito desprenderte del juicio, como si se tratara de algo terrible, y se acabó la cólera.
Es lo que le ocurre al hombre que no deja ser a la mujer, ya que la mira en función de una valoración de belleza impuesta por los cánones esteticistas de la moda del momento, y esto es a tal punto que a muchos hombres les ocurre que la mujer que no cumple con aquellos requisitos, simplemente no se le permite una "entrada".
Más bien, se trata por fin de comprender que a través de la caracterización de algo como "valor" se le arrebata su dignidad a lo así valorado. Esto quiere decir: a través de la tasación de algo como valor se acepta lo valorado solamente como objeto para la estimación mía.
El pensar en valores es aquí y en general la más grande blasfemia, que se puede pensar respecto del ser.
Pensar contra la valorización de las cosas no significa tocar el tambor en favor de la falta de valor sino que significa: traer al pensamiento la claridad de la verdad del ser contra la subjetivación de lo ente como mero objeto.
Cuando, por ejemplo, pregonamos que "Dios es el supremo valor" lo rebajamos en su esencia. El pensar en valores es la más grande blasfemia.
Únicamente el pensar contra la subjetivación del ser puede acercarnos a un encuentro con el ser.
En gran medida el aparato categorial con que se juzga lo real, se ha dado sobre todo en esa modernidad aliada con la "metafísica de la representación", "la exterioridad de lo real", "la objetividad científica". Digamos que por confiar el hombre demasiado en su propio poder, en el poder de su racionalidad, de su ciencia y su tecnología, en una palabra, en cierta jerga tecno-científica que le permite dominar el mundo, es que justamente por ello "ve" las cosas únicamente como objetos de su dominio, y esto significa que propiamente no las "ve" ni tiene el trato apropiado con ellas que las deje-ser.
Y sería la meditación, la fenomenología, la que permitiría un encuentro con las cosas mismas, con el ser, al hacer realidad el propósito de una mirada despejada y desprovista de valoraciones.
Desde Kant hemos tomado conciencia de nuestra intervención en el mundo, en el modo como vemos las cosas, en el plano del conocimiento. Las condiciones dadas innatamente por nuestros órganos sensoriales nos llevan a reconocer que las cosas en sí mismas son muy distintas de como nos las representamos.
Pues bien, las valoraciones que hacemos sobre cosas, personas, fenómenos y situaciones suponen, con mayor razón, esta misma limitación: lo que valoramos es distinto de lo valorado. Yo no puedo pretender que lo bueno o malo que valoro de este vino esté de alguna manera dado en él.
Sobre el ser de cualquier cosa debemos estar en la predisposición al retiro de nuestras representaciones.
Se trata de evitar toda "cosificación" del ser, vale decir, definir al ser así como definimos lo que es, las cosas, o sea, sus manifestaciones.
¿Dónde se "lee", dónde se "copia", dónde se refleja el ser de la vía láctea? La respuesta es: en el hombre, el espacio iluminado del ser. Justamente por ello, cabe reconocer que el universo, el cosmos, la naturaleza estaría allí como quedo y mudo, sino hubiera el ser humano en el que todo ello se recrea, y el hombre no es el absoluto esencial y centro de la realidad que creyó el racionalismo, pero, aun contingente y limitado, es lo único que existe, y tras de él nada hay.
La realidad es, simplemente, el hombre finito lanzado a una existencia incierta y sin sentido, sosteniéndose sobre la nada, y abocado fatalmente a la muerte. Existe para cada hombre, sin embargo, una posible salvación: aceptar la propia situación, dar un enérgico sí a los hechos y autoafirmarse por la acción y por la lucha. Puede reconocerse una influencia de esta filosofía en la actitud de la juventud alemana en las filas del nacionalsocialismo durante la última guerra mundial. Actitud desengañada, escéptica respecto a valores universales, pero que, por un enérgico voluntarismo, afirma y deifica su propia existencia colectiva -la raza y el Estado germánico, y se entrega desesperadamente a una lucha de la que esperaba ver surgir su propio ser y el sentido de su vida, Disertó Guindo y continuó: Resumiendo, el tema en torno al cual gira su pensamiento es el ser. Por ello, quienes lo escuchaban sentían revivir a los clásicos, ya que a comienzos del siglo XX parecía imposible oír hablar del "ser" fuera de los círculos neoescolásticos. Pero Kantor no olía a viejo porque su método era contemporáneo: el fenomenológico. Él denunció "el olvido del ser" en el que había incurrido la Metafísica al dejar de pensar la "diferencia ontológica", la diferencia entre el ente y el ser. Él descubrió en este olvido la raíz de la actitud que el hombre occidental había adoptado frente a la Naturaleza en la Modernidad. Por ello entiende que la Ciencia y la Técnica no son lo opuesto de la Metafísica, sino más bien su continuidad histórica, así como el nihilismo es su consecuencia última. En los escritos posteriores a Ser y el Zar, Kantor asigna mayor protagonismo al ser que al hombre, y no plantea tanto la necesidad de generar un cambio de actitud frente al ser sino la esperanza de que sea el propio ser el que se nos muestre de un modo diferente y nos permita establecer con él una relación más rica.
Los estudiosos suelen dividir el itinerario filosófico de Kantor en dos etapas: "El Primer Kantor", el de Ser y el Zar, que estudiaba al ser en el horizonte humano y profundizaba la reflexión sobre el hombre en cuanto ser capaz de plantearse la pregunta por el ser; y "El Segundo", que en las obras posteriores seguirá reflexionando el ser pero de un modo más directo, abordando otras temáticas, como la Poesía y la Técnica. ¿Es la Historia de la Filosofía la "galería de los héroes de la razón" ?como sostiene Monom? o es un "camino errado" que nos ha llevado al nihilismo ?como afirma Nietzsche?? ¿Ha sido necesario recorrer tantos caminos filosóficos o se debe restar valor a la obra de los filósofos que colaboraron con "la gran mentira" (el "olvido del ser")?

- En primer lugar, dijo Guindo, yo he trabajado en los archivos históricos del nazismo, por ejemplo, y en ellos se describen con lujo de detalles el uso de vacunas en el cerebro de los niños durante el nazismo. Por ejemplo, el caso de 1.200 sacerdotes católicos exterminados lentamente poniéndolos debajo del agua, en que se describe que se envían más de 230 cerebros en agua para ser conservados en el Instituto Kaiser Wilhem, y las operaciones a mellizos, niños pequeños, a veces de un año, a los que se da muerte en forma lenta. Eso ya no es la discusión si había o no cámaras de gas, esa es ya una discusión absurda, pero sí el detalle especialmente de la experimentación científica, esa es la parte más grave. Uno nota que hay ahí algo inconmensurablemente cruel con seres humanos condenados a muerte no por un delito, si no por el hecho de ser judíos, o ser algo que para ellos era inferior. No aludo a colegas filósofos que hablan sobre Kantor, aunque con respecto a Kantor este problema se proyecta como una sombra. Cuando uno lee, entonces, que Kantor jamás tuvo una palabra para condenar este crimen, uno se da cuenta que la gente desde la periferia, tal vez desinformada de lo que significaba este crimen masivo, también cae de una u otra manera en este fenómeno de encubrimiento. Por último, la más mínima cosa que se diga sobre cualquier cosa es ya categorizar, ver una mesa es ya categorizarla como tal, en categorizarse consiste ser, algo es siempre el ser de algo, un pensamiento a-categorial no tiene sentido, aún el negar la existencia de una cosa es transformarla en concepto, unidad, en un todo, es decir categoría, eso por un lado, Nosotros estamos diciendo que nada tiene que ver con nada, pero se nos pasa que el propio lenguaje tiene su orden. No se puede pensar sin ley, la palabra mesa es una ley, con ella estoy poniendo limites, el orden del pensar en la medida que es intrínsecamente el orden de la categorización, ya hace impensable él sin ley.La frase no se trata de pensar sino de vivir no tiene sentido, ¡como si pensar y vivir fueran cosas diferentes!, ¡Como si se pudiera vivir sin pensar o pensar sin vivir!. Y en segundo lugar valorizar el no andar valorizando es también valorizar, no hay vanidad más hipócrita que la del místico que se cree más bueno y humilde que los demás.


- Ha mí no me parece tan mala la tecnología, ni la filosofía, ni las posibilidades técnicas del mundo actual. Me imagino la posibilidad de crear tecnologías, no para cambiar al mundo externo, sino al sujeto constructor de ese mundo. La tecnología se puede poner a disposición de los potenciales ocultos de los hombres, del superhombre... Dijo Francisco en supuesto tono enigmático.

- Interesante tu reflexión - dijo Marko en tono cortante, - Pero no nos salgamos del tema, ¿Quién sabe algo más de Kantor?".

- Mira Marko, a Kantor no hay quien lo cite, pero las variaciones van desde los que lo tratan de nazi, hasta quienes buscan reflotar movimientos ecológicos, un marxismo, un freudismo. El pensamiento de Kantor da para todo, o más bien es tan críptico, enigmático que muchos lo toman para fundamentar sus posturas de todo tipo.

-Yo supe, leyendo su libro "El ser y el zar", que Kantor siente emparentadas sus ideas con las del Budismo Zen, ya que ambos son una crítica al racionalismo verbalista, y ven a la verdad como un hecho vivo, como experiencia incategorizable, ¿Qué extraño que lo traten de Nazi?.

- ¿Que es el Zen?

- Zen es una mezcla única de filosofías e idiosincrasias de culturas diferentes. La experiencia del Zen es de la iluminación, de satori, y esta experiencia, trasciende toda categoría de pensamiento. El Zen no se interesa en ninguna abstracción ni conceptualización. No tiene ninguna doctrina o filosofía especial, ningún credo ni dogma formal y enfatiza su libertad de todo pensamiento fijo esto, dicen, la hace verdaderamente espiritual.

- "¿Por que tratan a Kantor de Nazi?" Preguntó Marko.

- "Entre los años mil novecientos treinta y tres y mil novecientos treinta y cuatro, Kantor fue ideólogo del nazismo, creyó que el movimiento político nazi era capaz a de asumir "una nueva experiencia fundamental del ser" y de oponerse a la experiencia del ser como voluntad de poder. Kantor formuló que todas las representaciones y todo el pensamiento que se ha desarrollado hasta ahora debe cambiar, y rechazaba el liberalismo y la democracia, en nombre de una comunidad que mantiene una relación esencial, directa con el ser; en nombre de un pueblo… pero luego, dicen, se arrepintió.

- "¿¡Alguien me puede decir que tiene que ver el Nazismo con el Budismo Zen!?". Dijo, Marko.

- A tadas las cosas se le pueden encontrar relaciones, dijo sintéticamente Durazno.

Marko quedó muy intrigado con la supuesta relación de Kantor con el Nazismo, y la del Nazismo con el Budismo. Intuitivamente tomó el diario de vida mecanografiado del abuelo Alemán, que estaba en la biblioteca, lo escaneó, y luego lo tradujo al castellano con un software dedicado, y se tradujeron claramente algunas cosas.

El abuelo de Marko fue un alemán arrancado de la Alemania Nazi, y se especulaba había sido partidario de Hitler. El Padre de Marko hablaba poco de él, sólo decía que era un excéntrico, y que la mayoría de los libros de la biblioteca habían sido suyos.

Alguno de los párrafos del Diario del abuelo claramente decían:

... Ninguna expedición de la Ahnenerbe ha dado tanto que hablar como la que emprendieron, antes del inicio de la guerra mundial, un grupo de cinco investigadores alemanes acompañados por 20 voluntarios de las SS…iban en busca de un contacto con el "Rey del Mundo", otros pretenden que indagaban sobre la "puerta secreta que abría la ruta de Agartha"...

...Los que están en el poder están ocultos, piensa en Galileo, Einstein, en todos los que han sido castigados por sus ideas, han sido castigados porque han sido visibles... A mediados del siglo pasado, un grupo de pensadores y hombres crearon un sistema de pensamiento muy superior, en donde se mezclaba, la razón, lo místico, lo inter-natural. Ellos, entre muchas cosas decían, que la historia universal, tal como nosotros la entendemos ahora, del mono al hombre, de Grecia a Roma, y de Roma a hoy, es el complot de ciertos hombres, los cuales manejan el poder invisible, a los cuales les interesas que la realidad sea lo que nosotros creemos...

...En la época que llegué a Santalismania, las camisas pardas con swásticas se hicieron algo común. Los nazis se disputaban ferozmente las calles con la izquierda. Su crecimiento iba en aumento e incluso el gran caudillo llegó a considerar a Santalismania como cuartel general del movimiento de la gran raza en Latinoamérica convencido de que aquí existía la raza ario talismánica...

...Por qué negar la posibilidad de superhombres. Los mutantes podrían tener en su sangre productos susceptibles de mejorar su equilibrio físico. Podrían llevar sedantes naturales que los libraran de la angustia y si fuera así, serían irreconocible para nosotros y a lo mejor alguien con la apariencia de un humilde profesor... Un ser cuyo sistema nervioso sea una fortaleza capaz de resistir cualquier asalto de los impulsos negativos…

... bastaría con una debilidísima dosis de ciertos compuestos orgánicos todavía desconocidos para ser personas totalmente distintas... Los mutantes serían físicamente parecidos a nosotros y sólo unas leves diferencias, los diferenciaría totalmente del resto de los mortales... Si un número suficiente de hombres se abre a un nuevo tipo de conciencia cambiaría el esquema general de la mente humana y así se iniciaría un nuevo estado del proceso evolutivo...
... en la Alemania de la entreguerras el budismo no era una excentricidad, ni algo desconocido: desde 1924 existía en Berlín el grupo budista practicante de Paul Dalke. Por esas mismas fechas Heinrich Walter comparaba el Vedanta a la obra de mister Eckhart en un trabajo aparecido en 1928. Walter, colaborador de Otmar Spann, era alemán de los Sudetes. Unos años antes, en 1921, se habían leído y comentado abundantemente el libro de la tradición tibetana "El camino hacia Shamballa", editado en Berlín...
... tuvieron a su disposición millones de seres humanos para experimentar... De vez en cuando aparecerán poblados llenos de gemelos mutantes... ¿No circularan conocimientos muy secretos?... Ya antiguas mentes han pensado y diseñado el destino humano, pero los hombres corderos no tendrán la estructura mental para comprenderlo...
...La temática estudiada por ciertos departamentos de la Ahnenerbe forzosamente debió llevarles a una conclusión: mientras la Tradición estaba muerta en Europa y solamente se conservaban de ella vestigios antropológicos y arqueológicos, seguía viva en Oriente y en ningún lugar más viva que en el Tíbet...
...Cualquier estudiante de primeros cursos de antropología es capaz de advertir sorprendentes similitudes entre las más viejas leyendas nórdicas y las creencias que todavía hoy se mantienen en el Tíbet, una de ellas la existencia real del "chakravarti", el "señor de la rueda", presente igualmente en la tradición europea con el nombre de "Rey Pescador" o "Rey del Mundo" (Imperator Mundi). Si se quería realizar una investigación seria sobre estas leyendas europeas forzosamente había que desplazarse allí en donde estaban más vivas...

... apenas se ha dicho nada sobre las convicciones místicas o mágicas de muchos de quienes se enfrentaron a ellos. Desde Churchill a De Gaulle, pasando por Roosevelt, Stalin, los servicios de inteligencia aliados y los propios alemanes que se opusieron a Hitler, podemos descubrir toda una serie de creencias y tácticas insospechadas...

...Como Hitler, Churchill tuvo varias experiencias premonitorias que le permitieron eludir la muerte y reforzaron su creencia en el destino...

...De pronto grandes verdades estarán escondidas en una novelita barata, o en una película la cual pasa rápidamente de moda, esta es la mejor forma de cosificar lo importante, mostrándolo ridículamente a la vista... El hombre nuevo debe ser capaz de ver en los signos su destino. Lo fantástico esta ahí, envolviendo al hombre que bebe una gaseosa... Había una parte....

... Gesar de Ling vivió aproximadamente en el siglo XI y fue el rey de la provincia de Ling, al Este del Tíbet. Al término de su reinado, los relatos y leyendas sobre sus logros en cuanto guerrero y gobernante se difundieron por todo el Tíbet y terminaron por ser la epopeya más importante de la literatura tibetana. Algunas leyendas afirman que Gesar de Ling retornará, viniendo de Shambala, al mando de un ejército para someter a las fuerzas de la oscuridad en el mundo". En todo Occidente la misma leyenda se repite: la de un rey -el "rey perdido"- que se ha ocultado en las entrañas de la tierra o en lo alto de una montaña, en cualquier caso, en un lugar inaccesible, solo regresará el día de la lucha final para ponerse al frente de sus huestes. En el caso de Gesar de Ling se habría ocultado en Shambala...

...No es lógico que Hitler fue poseído por el demonio, o estaba clínicamente loco, y apenas evocadas estas características la historia fantástica de uno de los pueblos mas desarrollados del globo terráqueo, parece clara y entendible....No es lógico pensar que si se puede manipular genéticamente al hombre, trabajar con sustancias químicas para desarrollar aptitudes y potenciar estados de conciencia, y no exista gente que ya lo esté haciendo... El poder se esconde nunca el verdadero poder es el visible...

...El Tantra de Kalachakra y su iniciación no es una más de entre el florido conjunto del budismo tibetamo. Es la "iniciación suprema", la que "asegura el renacimiento en Shambala" justo en el momento de la batalla final contra las fuerzas del Mal. Un tema parecido se encuentra en la mitología germánica en el episodio del Rakna-rök: Odín se pone al frente de sus huestes compuestas por las almas de los más heróicos guerreros caídos en el campo de batalla y marcha con ellos hacia la batalla final...

...creyendo en una promesa de resurrección para su pueblo; se consideraron ellos mismos sujeto histórico de tal despertar y asumieron un mesianismo místico que rebasaba con mucho la esfera de lo político. De ahí que si bien el movimiento nacional-socialista fue un fenómeno que tuvo importancia en tanto que conquistó el poder político, no hay que olvidar que fue intentó ir más allá de lo contingente y anclar esa revolución política en una revolución cultural inspirada en parte -y es importante señalarlo una vez más- en las concepciones ariosóficas y en el extraño misticismo teosófico-ocultista...

...Lo realmente sorprendente en el caso del Tantra de Kalachakra es que tratándose de la inicación suprema del budismo tántrico, puede ser administrada a cualquiera aunque no haya sido iniciado previamente en esta escuela tradicional: es una iniciación para profanos. Pero esto no es todo, se trata de una iniciación propia de la casta guerra....

Marko terminado de leer estos párrafos desperdigados pensó que para ser palabras escritas hace decenas de años, sonaban bastante actuales. Se sintió emocionado ante la posibilidad de que el mundo fuera misterioso.

Le preguntó a su padre acerca de lo leído y Federico respondió que el excéntrico abuelo era un hombre muy fantasioso: "Igual que tú Marko, heredaste sus genes".


EL CAMINO HACIA ABAJO

No recuerdo con certeza cuándo fue que Marko empezó a desquiciar, a creer ver en los eventos que ocurren en su ambiente, signos, señales y símbolos directamente dirigidos a él. Si no me equivoco, todo comenzó cierta tarde de invierno.

Cuando Marko se cansaba de estar en la biblioteca, o con sus amigos conversando y bebiendo cerveza, solía tomar una libreta, un lápiz, el frasco de anfetaminas y salía a recorrer la ciudad. Esa tarde llovía. Se sentó en un banco de la plaza. Su banco.

Había un hombre sentado en el escaño de enfrente. Tenía en sus brazos un bulto envuelto en una manta, parecía un niño muy pequeño. Sonó la campana, el barco manisero se dirigió a la otra esquina, y Marko volvió a mirar la calle. Los focos se encendieron. Pensó en Francisco Durazno y en guindo. Vio salir a Guindo y Durazno del almacén con dos zanahorias y un pan en la mano casi al segundo después. Le dio risa.

Estaba tan distraído que no notó el momento en que el hombre y el niño se fueron.

No volvió a pensar en ellos hasta el día siguiente. Era bastante tarde, y Marko estaba cansado, ya que pasó gran parte de la noche charlando con sus amigos ante cervezas y tazas de café. Caminaba a su casa con el cuello del abrigo muy subido. Antes de atravesar una calle divisó una figura que se le antojó familiar. Se detuvo observándola un instante. Era el hombre parecido al Maestro Israel. Cuando pasó bajo un farol también reconoció inmediatamente un bulto entre sus brazos. Cruzó a la otra acera. Y, esa noche durmió tranquilo.

Una mañana de sol, dos días después, vio al hombre y su supuesto vástago en una calle céntrica. El movimiento de las doce estaba en su coronamiento. Los indigentes se detenían en las vidrieras para discutir la posible adquisición de vino o pan. Los hombres salían de sus oficinas con documentos bajo el brazo, los perros orinaban en los árboles. Los reconoció de nuevo al verlos pasar mezclados con todo esto. Le cruzó una ligera extrañeza.

En adelante comenzó a ver al hombre y al supuesto niño bastante seguido. Los encontraba en todas partes y a toda hora. No pasaba una semana sin que los viera. Se sentaba en un parque y el hombre del grueso chaquetón se le cruzaba rápidamente. Se detenía a comprar cigarrillos, y estaba el hombre con su extraño "paquete" pagando los suyos. Iba al cine, y allí estaba dos butacas más allá. Nunca pudo ver completamente a lo que parecía un niño.

Poco a poco empezó aumentar la periodicidad con que Marko se drogaba y emborrachaba. Cuando estaba sobrio se lo llevaba pensando en extrañas teorías con superhombres, con experimentos síquicos y genéticos.

Era tal el punto en que esta situación afecto a Marko, que comenzó a beber con frecuencia para tratar de apagar las delirantes ideas que cruzaban por su mente. Tenía la virtud de que sus estados de embriaguez no se notaban. Asistía regularmente a clases fingiendo que nada pasaba. El año académico en la Academia estaba por finalizar.

Una tarde salió a caminar. Se sentó en la plaza. Por uno de los senderos vio avanzar al caballero del grueso abrigo y de pronto entrar en una calle. Inquieto, se puso de pie y echó a andar con la esperanza de encontrarlo. Pero desaparecieron por las calles entremedio de la muchedumbre.

No tuvo paz la semana que siguió de este encuentro y llegó a inventar una enfermedad para quedarse en casa. Se encerró en la biblioteca con seis botellas de whisky y un frasco de anfetaminas "especiales".

Tenía cientos de libros regados por el piso. No viene en caso entrar en detalles, pero se lo pasó subrayando frases. Soñó que ciertas palabras escritas en letras cursivas, y que estaban desparramadas en las páginas de distintos libros escondidos en la biblioteca, si eran ordenadas de una forma por él intuida, la frase armada contendría un importante mensaje dirigido a él.

Al salir de su casa después de esos tres días de enclaustramiento, se encontraba débil, física y mentalmente, y con una frase escrita en un papel.

El hombre de negro y el vástago entre sus brazos no aparecía por parte alguna. Al principio necesitaba verlos, nada más, para saber que no los había alucinado, pero otras caminaba por la ciudad con terror a que aparecieran y confirmaran sus delirios.

Después de algún tiempo en que la vida de Marko había vuelto casi a la normalidad lo volvió a ver. Lo vio entrar en la librería allende a la academia. Cuando Marko entró a la librería ya no estaba, pero encontró en el aparador un libro que confirmaba sus delirios: El titulo de este era muy parecido a la frase que él había formado. Tomó el libro y se sentó en el suelo en un rincón de la librería, y se puso a leer.

EL APÓLOGO DE MOVIMIENTO

"El Apólogo del Movimiento" fue un libro de ciencia-ficción, algo sensacionalista y bastante de moda en la época y que explotaba el repetido motivo de la realidad virtual inserto en una saga épica; un compendio de conceptos como el de inteligencia artificial, existencia de organismos biomecánicos y un futuro apocalíptico.

Todo empieza en mil novecientos cincuenta cuando un joven arqueólogo encuentra en los cimientos de una construcción antigua, una extraña roca que contiene un mensaje proveniente del futuro.

El mensaje señala que en el año dos mil cincuenta sólo habrá algunos puntos en la superficie terrestre donde sobrevivirán malamente algunas comunidades humanas. El resto de los mortales vivirá en "ataúdes", los cuales serán cápsulas instaladas a más de veinte metros bajo tierra interconectadas en una Matriz, como el de la película "Matrix", es decir, en un sistema global de comunicación y transmisión de información, una ilusión consensual experimentada diariamente por millones de operadores, y el mensaje se propone contar como ha llegado a pasar eso.

La saga comienza con la historia de Maitrella, hijo de Isaac y Ramsa.

Maitrella, será un científico experto en física moderna y computadoras, que creará el método para muestrear un instante de cualquier época en tiempo, tan pequeño que es insignificante causalmente en la historia, y desde este instante muestreado, proyectar un mundo virtual de la época que a uno se le antoje. Maitrella fue uno de los ideólogos del concepto de los ataúdes virtuales, y su importancia estuvo en lo que comenzó siendo un dudoso intento de solucionar el engorroso problema de viajar en el tiempo, terminó siendo el inicio de lo que sería, el "Reino de La Libertad Prometida".

A los treinta años y para probar su invento decide contraer matrimonio en un pacífico pasado en el medioevo. Lo que no tuvo en cuenta Maitrella es que cada presente cambia lo que cuenta de su pasado, y el pasado al que decidió viajar, distaba mucho de ser una taza de leche. No supo de la existencia del derecho de pernada.

El día de la boda sus amigos y compañeros de trabajo le organizaron una fiesta con champaña, torta, chistes en doble sentido y todo, en el laboratorio en que Maitrella y el resto de los ayudantes habían logrado sus avances más importantes. Los futuros esposos se introdujeron en la cápsula virtual. Uno de las asistentes echó a rodar el programa, mientras sus amigos se despedían a través del vidrio.

Maitrella y María, vieron desaparecer sus cuerpos para reencarnarse rápidamente al aire libre y en un día asoleado. Se encontraban con rústicas ropas, en una aldea de artesanos. En medio de ésta existía una iglesia construida con troncos y tablones, junto a la iglesia existía una casa parroquial donde moraban una docena de monjes, tres caserones espaciosos que sirven de posadas y tabernas para los campesinos y algunos talleres como el herrero, el curtidor, el maestro zapatero. La gente se ve bastante feliz y parecían conocer de toda la vida a la pareja recién llegada. - Nos queremos casar- dijo Maitrella a uno de los aldeanos. -¿Hablaron con el conde?- respondió el aldeano.

A dos kilómetros de la aldea se encontraba la mansión del conde. Quedaba en lo alto de una colina. Allí llegaron los futuros esposos. Entraron al castillo entre las risas de los caballeros, de los criados y del propio conde que los esperaba sentado sobre una silla de roble. - Vengo a pedir permiso para casarnos- dijo Maitrella en tono trémulo.- Que tienes para ofrecer, dijo el conde. Maitrella señaló todas sus pertenecías virtuales, - No tienes más. - Maitrella agachó la cabeza. - Pobre tonto ahora sé todo lo que tienes para cuando te cobre impuestos.

El conde hizo una señal casi imperceptible a sus esbirros y cayó sobre Maitrella una lluvia de palos, escobazos y puntapiés, mientras la muchacha era arrastrada por el conde a una habitación. Luego, sonó una campana, y los juerguistas que golpeaban a Maitrella se dirigieron a la habitación - No ponga esa cara esta misma noche te devolveremos a tu mujer, y con un regalo pues te llegará en cinta - Le gritan mientras se van. Toda la servidumbre del castillo se asoma a ver la facha de Maitrella en su artesanal y grotesco traje de bodas. Las carcajadas lo persiguen. Hasta él último ayudante de cocina aprovecha para mofarse del pobre cornudo.

Después volvió la novia de Maitrella, pálida, cubierta de manchas innobles. Se arrodilló delante de Maitrella y le suplicó que la sacara de ese lugar. Entonces reventó el corazón de Maitrella; le echó los brazos al cuello y se puso a llorar haciendo temblar la mansión de madera.

Bajó el conde subiéndose los pantalones y despectivamente dijo: Ya están casados.

De pronto, y con la frialdad de la tecnología, toda la imagen se desvaneció, mientras sus compañeros de trabajo aplaudían y les tiraban arroz.


KOOTERS


Quizás se equivocó Maitrella al viajar a ese lugar.

Bien horrible la había pasado Maitrella por culpa de su inventito en pos del progreso de la humanidad, sin embargo sus problemas recién comenzaban. Al mes de su boda virtual María, la esposa violada virtualmente, se embaraza y delira que su hijo no es de Maitrella, sino del conde y decide criar sola a su hijo el cual, ella piensa, será un Mesías.

Médicos, especialistas, el propio Maitrella trata de convencer a la enloquecida mujer que eso es imposible, pero ella inflexiblemente responde que, así como la virgen María tuvo un hijo sin previa concepción, el conde le abría engendrado un hijo de manera inexplicable, y ese retoño será el salvador de la dictadura tecnológica que se avecina. Al poco tiempo Maitrella la interna en un psiquiátrico. Sin embargo, el departamento de depuración genética, una vez nacido el bebé, decide eliminarla.

Maitrella jamás imaginó que al internarla terminaría con su esposa y matrimonio.

En un comienzo trató de apagar sus sentimientos amargos con una mezcla de experiencias virtuales y alcohol, pero en el fondo del fango, y cuando su vida parecía que ya no podía ser más miserable, mando su auto desprecio a la mierda y volvió al trabajo con una misión en la vida: que nadie mas sufriera el calvario que le había tocado vivir a él, y así fue como se dedicó a un extraño y peligroso oficio: Kooters.

La tarea de los Kooters era descubrir cuando nos encontramos frente a un programa de realidad virtual y cuando ante la realidad misma.

Para dar un ejemplo, una vez le pusieron a Maitrella un casco idéntico a una escafandra. El vidrio del casco estaba teñido con una especie de betún. Maitrella se puso el casco y vio como uno de los ayudantes con un paño limpiaba el vidrio por fuera. Sin embargo el ayudante, el limpiar el vidrio, y la habitación en la que estaba a pesar de ser idénticos a los que había visto sólo hace unos momentos, eran virtuales. Luego, en otro experimento, le pusieron un casco que parecía bastante moderno y sofisticado, que también simulaba una escena idéntica a la habitación y su gente moviéndose por ella, sin embargo Marko encontró que el brillo de los colores de la pseudo-realidad eran una homologación perfectible y le sacaron el casco.

Cuando Maitrella empezó a relatar las imperfecciones del programa, le explicaron a Maitrella que nunca le habían sacado el casco, que el programa también lo simulaba.

Fue contratado para probar el programa de realidad virtual que se decía iba a ser el mas complejo de todos y cuya estrategia publicitaria consistía en ofrecer la posibilidad de vivir una vida llena de dramatismo existencial; la posibilidad de lograr la fantasía de la experiencia de la libertad absoluta; la posibilidad de ser un inventor de universos, de poder abrir enlaces a infinitos mundos, pero también se sugería la posibilidad de resultar esclavo de la propia obra.

Se sabía iba a ser un éxito. Hasta el momento no había un programa aparentemente diseñando para ganarle "absolutamente" a los usuarios y esto le daba un sabor especial: ¿Es verosímil que el infierno sea eterno?, si lo es, significa que dios no es pura misericordia, es necesario para la misericordia de dios que dios no castigue para siempre, pero, por otro lado, si el infierno tiene un límite, uno podría cometer pecados, errores, y siempre volver a empezar. Descubra la respuesta en Playgodhell.

Maitrella fue adiestrado en un programa de prueba, éste estaba diseñado para investigar cuanto tiempo podía durar una persona sin saber que estaba siendo parte del programa virtual PlayGodHell, y para eso cada cierto tiempo la realidad virtual vivida en el juego iba mostrando errores mínimos como que las cosas que caen al suelo no lo hicieran de forma totalmente perpendicular. O que algún pequeño detalle cambie de color. Para finalmente hacer girar el sol en sentido contrario, o que las cosas volaran por el aire.

Para probarlo Maitrella se extirpa memoria. Para Maitrella la tarea establecida consistía en discriminar gradualmente cosas raras que se le irían mostrando en el mundo virtual al que le había tocado vivir, que iban desde un extraño brillo del rosa que se ve cuando con los ojos cerrados se mira hacia el sol, a que las cosas no cayeran de forma exactamente perpendicular al suelo, hasta finalmente hacer girar el sol en sentido contrario, pero Maitrella, al no tener memoria, no sabe que se encuentra en un experimento para efectuar conjeturas, él y los experimentadores del programa de realidad virtual se encontraban en una situación imposible: Si Maitrella pretende discriminar los segundos observan que no puede hacerlo, si Maitrella no discrimina, los investigadores sostienen que su capacidad para discriminar ha fallado. Se introdujo en el programa y se volvió totalmente loco.


EL APÓLOGO

Mientras su madre y padre deliraban en un manicomio, el hijo de Maitrella, llamado Krebs, fue criado por padres virtuales, y después de la gran tragedia se desarrolló y creció, como todos los demás, a cien metros bajo tierra, en los ataúdes conectados.

Al joven muchacho, le atraía el siglo veinte, un día decide escuchar música rock. Manipuló unos enlaces en la parte superior de su visión y de repente se encontró frente a una banda de rock, con hombres extraños vestidos de modo extraño, tocando unos instrumentos que interactuaban mecánicamente con sus cuerpos, bajo, batería, guitarra y saxo. Krebs que ya estaba un poco aburrido del mismo programa mueve una pelota en la parte superior de su visión y mira desde arriba a estos músicos tocando, vuelve a mover la pelota y luego los escucha desde detrás del escenario virtual, sigue apretando botones y analiza la perdida de sonido, y luego queda frente del grupo en una disposición definida por el programa como la ideal. El programa era bastante antiguo.

Sigue jugando y los instrumentos se independizan de los músicos, estos desaparecen, y los instrumentos se mueven en el espacio multiplicándose y haciendo doblajes musicales.

Dos instrumentos se fusionan en escena y crean un nuevo que es una mezcla visual y auditiva de los dos. Krebs abre un menú en la parte superior izquierda de su visión, y los instrumentos, y el mismo, se sumergen bajo el agua y se escucha la música con el rebote acuático de las ondas sonoras.

Clica en un enlace "efecto-inverso" y un instrumento va creciendo de tamaño y proporcionalmente va disminuyendo volumen. Aburrido Krebs apagó el programa.

A los dos años de edad el adolescente Krebs era un fanático y solitario admirador de los cómics del siglo veinte. Lo que comenzó como un excéntrico trabajo de historia, término siendo una intensa pasión para alguien que se encontraba insatisfecho en una rutina perfecta.

Se empezó a apasionar con el Tantra, palabra que nosotros podríamos decir es el sueño, o sea una realidad periférica, y que para ellos es la superficie terrestre. Había una enfermedad mental llamada neuro-cretinismo-tántrico y era el síndrome de querer conocer el Tantra.

Krebs subió a la despoblada superficie y con materiales de deshecho y copiando modelos de cómics del siglo veinte, se fabrico una capa, se hizo un escudo, un antifaz de silicio. Sé autodenominó el Apólogo del Movimiento. Se veía bastante divertido ya que el cuerpo en los ataúdes crecía muy poco, al contrario de la cabeza.

Al principio este sicótico no le hacía daño a nadie, pero el apólogo empezó a arrastrar a una serie de locos, que arropados con sus excéntricos trajes de súper héroes decidieron habitar el Tantra viviendo mucho más que cualquiera de los pronósticos.

El sistema arregla sus averías, pero ya no sería lo mismo, ya que mil años mas adelante la historia se dividirá en antes del apólogo y después del apólogo.

Antes de terminar su vida como futuro profeta el apólogo del movimiento, en una de sus travesías por la superficie terrestre encontró una extraña roca en la que descubrió algo que enmudecería al más escéptico, era la manera en que...

-¡Si quiere el libro cómprelo señor!


PROHIBIDO LEER

-¡Si quiere el libro cómprelo señor!

-¡Ándate a la mierda, que acaso la tienda es tuya! Respondió poco amablemente Marko.

Meditando sobre si lo leído podía ser en un futuro cierto y mientras duraba la luz roja que le impedía cruzar la calle, Marko vio pasar un auto con el hombre del chaquetón y un niño pequeño de pelo negro con una horrible máscara de dibujo animado sentados en los asientos de atrás. Se da la luz verde y el auto pasa. Encontró la escena diabólica. Marko giró la cabeza y miró nuevamente, para cruzar la calle.

Imaginó que pasaría si viera nuevamente al mismo auto, al mismo hombre, al mismo niño, y para rematarla, lo que parecía una mascara, le prodigara una horrible sonrisa.

De pronto Marko pensó que pasaría si además todas las imágenes y sonidos que estaba percibiendo: el niño, el auto, la calle, parecieran sufrir un desperfecto. Algo parecido a un televisor que de pronto se le va la imagen, y luego una imagen que se arma como un rompecabezas ante sus ojos.

Marko quedó inquieto. Si realmente pasara ¿cómo hacerla encuadrar en alguna explicación? Por algunos momentos pensaría que simplemente se había vuelto loco, pero esa explicación no lo dejaría satisfecho. Culparía a la ciencia ficción y a las drogas. La tecnología no había logrado crear programas virtuales realistas, pero Marko pensó que si la física moderna ha demostrado que es posible viajar en el tiempo, en la teoría, es de igual de posible que ya se haya hecho, ya que en la curva de lo infinito todo lo probable se tiene que realizar. Marko era víctima de una locura, ya no la sinrazón, sino más bien la razón de la sinrazón, la coherencia del desarreglo mental, la vecindad entre la locura y la verdad. Con lo cual, la locura, no por "loca" era menos lógica. Creía que el hilo de estas reflexiones tenían estricta coherencia, pero no podían ser ciertas por el hecho de que nadie más las hubiera pensado, creía tener razón pero no podía ser que todos los demás estén equivocados y sólo él tenga razón

Marko se preguntó con algo de vergüenza ¿Estaré viviendo en un programa, y soy un científico, cuya memoria extirparon, en un programa capaz de auto organizarse y reaccionar a mis reacciones?

De aquí en adelante Marko decidió no pensar más tonterías. Debería dejar de ver ficción y dejar las drogas.

Marko intentaba crear en su mente cosas positivas, ya que, aunque parecía totalmente normal; un estudiante bastante responsable, un adolescente verosímilmente rebelde, muy en el fondo no estaba seguro de nada, la gente su familia y amigos quizá eran sólo imágenes sin fondo, otras veces pensaba que eran seres que fraguaban una conspiración cósmica.

En las novelas de misterio, cuando el protagonista analiza las pruebas, ata cabos sueltos, entonces los culpables o involucrados confiesan, o por lo menos ayudan a aclarar más las pistas, pero nadie se le acercaría a decirle: ¿Marko, quieres saber qué pasa no?...

- "Te imaginas Pedro que un gato te hable con voz humana, que las rosas del jardín se pusieran a cantar o las piedras del camino aumenten de volumen ante tus ojos", le dijo un día distraídamente a Chacon.

LLEGANDO AL SUELO

Él día en que Marko debía someterse a la última evaluación en la Academia de Neuro-Ecología, estuvo drogándose toda la noche anterior. Cuando llega cerca a la Academia se encontró con una manifestación política, las que eran bastante comunes en Santatalismania. Marko pensó en un primer momento, que era una celebración, o algo así, y cuando se acercó a la muchedumbre lo atrapó la policía.

En la academia supieron de su detención y un profesor lo fue a buscar al cuartel de policías. Marko que estaba totalmente drogado, comenzó a hablarle de súper poderes, de filosofías herméticas, de un complot universal. El profesor pudo decirle que un par de años trabajando en los campos de trigo le quitarían esas ideas, pero cuando notó que Marko no estaba conectando con la realidad decidió no parlamentar más con el desquiciado.

Se le hace un sumario en La Academia, y le piden que se retire del moderno establecimiento.

Marko avergonzado lo hace, pero luego se arrepiente y escribe una sentida carta en la que explica que la juventud, los libros, su sed de conocimiento, lo habían llevado a decir cosas que sonaban delirantes.

Recibió como respuesta, que el podía estudiar cualquier cosa, pero su personalidad era contraindicada para los requerimientos del proyecto académico de la pomposa: Academia de Neuro-Ecología.

A Marko lo atrapa el mundo de los sueños. Por fuera era un tipo mediocre y dormilón, pero en los sueños habitaba terribles mundos. Cuando se sentía cansado y que el mundo de los sueños lo llamaba, Marko con gran esfuerzo tomaba su chaqueta y se iba de parranda para tratar de escapar de él.

En una de sus noches de parranda conoce a Ana, una aristocrática niña, hija del alcalde de Santatalismania. Marko ocupaba sus pensamientos sin respeto, ahora sólo como modo de seducción.

Ella era una mujer muy hermosa y especial, irradiaba un ángel que cautivo a Marko, y él, más viejo y vivido, la sedujo con un mundo que en el fondo ya no creía, un mundo mágico, con misterios maravillosos. Ella de a poco se empezó a implicar en ese mundo construido con palabras y sintió un profundo amor ante la soledad de Marko. Marko lo sabía, pero ni el mismo creía en la soledad que a veces decía sentir. Un día le dijo a Ana que tendría que dejarla, y terminó abruptamente la relación.

Una noche Marko congregó nuevamente a sus compañeros de ceremonia y sólo llegaron Pedro Lija y Guindo Rodríguez, ese día Marko se encontraba con abundante alcohol y anfetaminas en el cuerpo, y le apostó a sus camaradas que le sacaría el auto a su ex suegro, el alcalde del pueblo, y luego lo devolvería sin que nadie se de cuenta cosa bastante difícil por el sistema de seguridad de la casa.

Este acto antisocial sería para él una especie de manifestación artística subversiva. La locura de Marko debía, junto con aumentarle el nivel de adrenalina, suministrarle la sensación de estar participando en una aventura en la cual habían mas posibilidades de perder que de ganar.

Se quedó atisbando en una esquina y cuando vio que el guardia se distrajo, trató de escalar el muro. Su plan era escalar el muro, robar las llaves del auto y arrancar sin que nadie lo viera, pero el muro era muy alto y tenía alarmas y electricidad por todos lados.

Dio una vuelta a la manzana y se presentó ante el guardia diciendo que tenía una cita con Ana.

El guardia tocó un citófono que al parecer no funcionó y dejó a Marko esperando en la caseta de vigilancia. Marko aprovecho esos segundos para revisar los cajones de un pequeño mueble de madera en la pequeña habitación del guardia. Encontró un revolver y una radio transistor y los robó con intención de devolverlos junto con el auto. El guardia volvió y lo hizo pasar. Ana lo esperaba en el vestíbulo.

- ¿qué haces aquí preguntó sorprendida?

- Vengo a robarme el auto de tu padre, eso entre otras cosas. A veces, cuando no se tiene tiempo de elaborar una buena mentira, no hay mejor mentira que decir la verdad, pensó Marko.

- Te aseguro Marko que no es lo más valioso que hay en esta casa, respondió Ana con una sonrisa forzada en respuesta a una broma no muy buena. Veo que tu sentido del humor ha decaído le dijo y continúo: Conozco ese brillar de tus ojos ¡estás bebido! Te traeré un café.

Marko veía desde el vestíbulo la figura virginal de Ana, que preparaba el café en la cocina. Marko sabia la importancia que le daba esta mujer a su honra, su pureza, a aquel pequeño tejido que debía cubrir su entre pierna, una idea para nada pasada de moda en una cultura tradicional como la clase acomodada y católica de Santalismania.

Mientras fueron novios él nunca la forzó a tener sexo, y también frecuentaba a otras chicas, pero esa noche estaba invadido por una especie de furor extático y él "entre otras cosas" que venía a buscar ya había encontrado objetivo, antes de sacar el auto debía hacerle el amor por vez primera a Ana.

Le preguntó a Ana por su padre, ella le responde que éste dormía, Marko le pide a Ana que le trajera uvas del parrón del fondo del patio.

Marko entra sigilosamente a la pieza de su ex suegro y saca las llaves del auto que se encontraban colgadas. El padre dormía profundamente.

Cuando Marko baja al primer piso de la casa, Ana le pregunta que es lo que hacía arriba, y ella tiene un café servido en la mesa de centro y lleva un plato de comida en las manos. Nada, dijo Marko, tomó el plato de comida e impulsivamente tiro su contenido en la alfombra, ensucio lo que esta hecho para ensuciarse y volverse a limpiar, dijo Marko de manera aparentemente incoherente. ¡Que haces! dijo Ana. ¡Pongo un poco de orden, se ve que a esa alfombra nunca la habían ensuciado como corresponde, le hace falta despolcritud! ¡Que tontería esta hablando! Gritó Ana, la verdad es que hace tiempo que no me desgasto dando razones, respondió lacónicamente Marko, suficiente tengo con arrastrar los cordones de mis zapatos como para arrastrar también las razones de todos mis dichos. Se acercó a Ana y la besó, Ana puso poca resistencia, andaba con una corta falda y después de unos momentos de besarse y acariciarse, Marko desabrochó sus cierre sacó su pene, metió la mano por entre las piernas de Ana tirando el calzón hacia adelante, y cuando estaba a punto de penetrarla sintió que el padre de Ana entraba a la habitación. Marko hizo un movimiento brusco para subirse el pantalón y la pistola que recién había sustraído de la caseta del guardia cayó al suelo. Marko gira hacia la puerta y se hecha a correr, y el padre tocó la alarma, "anda con un arma y corre hacia el garaje" gritó al guardia, "esta atrapado", dijo el guardia que llegó rápidamente. Escucharon un bocinazo y un fuerte ruido. Marko había arrancado con el auto rompiendo puertas y rejas.

A través del radio transmisor Marko y el padre de Ana sostuvieron una extraña conversación:

-Marko vuelve, te estas metiendo en serios problemas, le dijo el padre

-No puedo hacerlo, iré preso y mi idea era sacar el auto y luego de un rato devolverlo, gritó Marko

-Si vuelves inmediatamente prometo ayudarte, todo esto es una tontería, dijo el padre

De pronto algo extraño ocurrió, después de un largo silencio en que Marko no hablaba, empezó a salir por el radio transmisor del padre una extraña voz que mezclaba frases e ideas irreconocibles, pero de un modo aterrador y chocante, de ahí el incomprensible monólogo se cortó abruptamente, y a las horas encontraron a Marko inconsciente estrellado en un gallinero.

A las dos semanas Marko fue expulsado de Santatalismania.

Después de su partida su huella aparece y desaparece por distintas partes de Latinoamérica, se dice que lo vieron cantando rancheras en un boliche de mala muerte en México, otros que supieron que estaba metido con narcoterroristas, otros dicen que se dedico a estudiar el chamanismo, que se casó con una ex prostituta, y otro que había armado una fabrica de alfombras y que era millonario.

Nadie supo como se enteró Marko de la muerte de su padre y de los trámites de la herencia ya que llegó a Santatalismania de vuelta, justo en el momento en que se vencía el plazo para reclamarla.

El 11 de junio se despertó temprano en la tarde, debía arreglar las cosas con el notario y los encargados de traspasarle los bienes de la herencia. Había dormido su primera noche como si fuera un niño, al otro día se levantó temprano preparo unas tostadas, cuando se vio en el espejo se tiro un par de besos, con los puños apretados se grito contra su imagen en el espejo y dando pequeños saltos y silbando se fue a poner la música a alto volumen. De pronto sintió unas extrañas ganas de salir a ver la luz, algo lo estaba esperando, ya conocía sus impulsos y debía seguirlos, solo tenía que dejarse llevar como las hojas que desprende el viento.

Siente la necesidad imperiosa de leer un buen libro, parte temprano a recorrer su antigua ciudad cruza la vieja plaza cuya singularidad era su forma triangular, tenia una pérgola en el medio con forma de ostra donde los viernes tocaba la banda de los bomberos y los domingo la de los militares, estaba arreglada con cuidados arreglos florales que emulaban los escudos del pueblo: cóndores y murciélagos. Y en el centro de la pérgola un arreglo floral con la bandera colonial de Santalismania.

Desde la plaza observó la antigua librería que se encontraba al frente de una de sus cuadras y se dirigió a ella. A primera vista y en general pensó que Santalismania no había cambiado. Ahora, en los detalles, Marko notaba que el tiempo si había pasado; se detuvo en la esquina librería y con una mirada rasante ubico un libro en cuya tapa había un cerebro humano sobre un altar envuelto en unos cables que se perdían en un fondo oscuro y tenia como titulo el nombre de Psico-etología.

Le pidió a la dependienta que se lo facilitara. Había una hermosa mujer de grandes gafas y pronunciadas curvas. Marko reconoció unos rasgos bajo esos lentes, y la emoción fue total cuando esa mirada nerviosa le decía que también lo habían reconocido a él. Ella era Ana.

LA VIDA DE ANA